HOY, YO SOLO QUIERO SER SOLDADO

45 años de desaciertos y fracasos;

45 años de luchar por encontrarme,

por más que amara sin saber lo funerario:

PA, PA, PA, PA… PAAAA…


Amando el desamor, la idolatría,

de un suspiro idiota, mercenario,

amando sin querer la hipocresía

que domina legalmente el cotidiano.

Amando el desamor, conmigo mismo,

el bien y el mal como dialéctico consuelo,

amé la muerte, solución a largo plazo,

guarida existencial del penitente.


Destruidos los horarios, las costumbres,

la medicina que te mata legalmente,

destruidos los contratos que se esfuman

después de asesinarte impunemente.


Que fatal es el don de la memoria,

y la prestancia de una vida cenicienta,

que se nutre de lo fatal con entusiasmo

y se deja reagrupar por sus dominios:

PA, PA, PA, PA, PAAAAAA…


Mierda, hay que pensar en esta vida,

hay que se fuerte y perdonarse a uno mismo;

hay que dormir 8 horas sin descanso

y soñar que si se puede ser distinto.


Hay que nutrirse del mal y combatirlo,

retomando del suelo las pistolas,

y orientando hacia el norte los fracasos

luchar hasta la muerte sin pereza.


Pero el norte no es el norte que acusamos,

maldito acreedor de todos los pecados,

maldito es el pensamiento concentrado

que se nutre de lo fatal con fanatismo:

familia, tradición, propiedad;

religión, fascismo, imperialismo;

ignorancia, ambición, desilusión:

PA, PA, PA, PA, PAAAAAA…


La lucha es mía como único soldado,

Almirante, General, aficionado;

la lucha no es contra el don de la memoria,

la lucha es contra el mal que la genera.


Hoy, yo solo quiero ser soldado,

combatiente del mal que me supera,

mercader de la vida, apasionado,

por querer cambiar al mundo sin traiciones.


A pesar de tantas bombas infernales

nada puede más que la conciencia,

el poder de uno mismo, si se entrega,

a dar amor, a dar amor en vez de guerra:

Amor, amor, amor… ¡Revolución!

2008 ©Sergio Alejandro Plasencia